lunes, 16 de mayo de 2016

10 PISTAS PARA LEER POLICIALES

"Quien crea que las historias policiales no pertenecen a la gran literatura, poco sabe de ese arte. ¿Qué son La Biblia, La Odisea, las sagas escandinavas y hasta Las mil y una noches sino vastas historias de sangre y de muerte?" (Gilbert Keith Chesterton)

A pesar de que muchos lo consideran un género literario menor, el cuento y las novelas policiales siguen con sus banderas y prestigio en alto. Aquí está uno de los faros de su género, Agatha Christie. A 40 años de su muerte.



                         La Dama del Crimen: Agatha Christie (1891-1976) 
                         nombrada Dama del Imperio Británico a fuerza de
                         asesinar gente en sus decenas de novelas policiales.

Primera pista. Un cadáver. Causa de la muerte: asesinato. Desafío número uno: descubrir al culpable.

Segunda pista. El arma homicida. Si está, camino allanado. Si no está, rompecabezas...

Tercera pista. El móvil del crimen. Motores más comunes: pasión, dinero, venganza. Imprescindible: investigar la vida del muerto e interrogar a parientes, amigos y enemigos.

Cuarta pista. Otro cadáver, otro asesinato. Pero con una historia narrada en sentido contrario: el lector sabe de antemano quién es el asesino.

Quinta pista. El investigador da marchas y contramarchas mientras el lector -que conoce la verdad- disfruta de esa aventura.

Sexta pista. El lector sabe de antemano -desde la primera página- la identidad de la víctima y el nombre del asesino, pero ignora el móvil. Y no lo conocerá hasta la palabra "FIN".

Séptima pista. El crimen, su investigación y su resolución son más una operación cerebral que un acto de justicia. Hay más matemática que sentido moral.

Octava pista. Lo contrario de lo anterior.

Novena pista. El lector se impacienta. Todas sus conjeturas se desvanecen a medida que avanza en la lectura. El asesino no es ni el jardinero ni el mayordomo... Son horas de desconcierto.

Décima pista. Agotada la lectura de los clásicos y conocidos sus mecanismos, ¿se anima, lector, a escribir una novela policial? 

De profesión, DETECTIVES
El Sherlock Holmes de sir Arthur Conan Doyle es flaco, ascético, solitario, toca el violín, fuma opio de tarde en tarde, y sólo le importa atrapar al criminal para probar la superioridad de su intelecto. El Hércules Poirot de Agatha Christie se le parece en método de intención, pero es gordo y hedonista. La Miss Marple -también de Agatha- oculta su genio deductivo y su astucia bajo las formas de una inocente e inofensiva viejita inglesa.
Miss Marple (izquierda), Sherlock Holmes (centro), Hércules Poirot (derecha)                                         




                                                         Poirot y Miss Marple, llevados al cine.