Las letras norteamericanas del siglo XX fueron un prodigio: muy pocos países, en ese lapso, produjeron tanta calidad y, al mismo tiempo, tanto éxito de librería.
Es un axioma: todo periodista en los Estados Unidos sueña con abandonar algún día el tráfago de las redacciones y escribir "la gran novela americana". Muchos críticos juran que tal novela no ha sido escrita aún. Sin embargo, la suma de ellas la configura de sobra. Porque está Hemingway. Porque está Stephen Crane y La insignia roja del valor (joya de la llamada Generación Perdida). Porque Truman Capote crea el formidable género de Non fiction con su estremecedora A sangre fría. Porque Norman Mailer pudo escribir Los desnudos y los muertos (todo el horror de la guerra) y también un texto memorable (El combate) acerca de la pelea Muhammad Alí -Floyd Paterson en Zaire (hoy Congo). Porque John Steinbeck sacudió al mundo con su drama rural Viñas de ira. Porque Tom Wolfe (periodista de lujo, maestro) se mete en la novela y lanza La hoguera de la vanidades, feroz documento sobre el poder a veces letal del dinero y el éxito. Porque... (y siguen las firmas).
El más prolífico: un titán de a mil páginas por libro. Su gran novela: Los desnudos y los muertos. Su empate con Capote en Non fiction: la vida y la muerte del asesino Gary Gilmore en La canción del verdugo. Las luces y sombras de la CIA en El fantasma de Harlot. Un lúcido retrato de Marilyn Monroe (Marilyn), y hasta una muy personal novela sobre Jesús a partir de los Evangelios. Contestatario, se opuso duramente a la guerra de Vietnam.
Periodista: -Si usted cree que hay libros que se escriben con facilidad, ¿qué diría uno de esos libros?
Mailer: -Me temo que diga que los Estados Unidos entran en la pesadilla de su destino, como un gigante loco en una canoa semidestrozada, sangrando por las heridas arriba y abajo, rugiendo de asombro, sofocándose con radiotransmisores en la cadera y radares en la oreja. Ese gigante sufre de una enfermedad espantosa.
P: -¿Cuál?
M: -La codicia, la vanidad.
P: -¿Qué más?
M: - La fáustica necesidad de amasar todo el conocimiento, de esclavizar a la Naturaleza.
P: -¿Y cuál es el primer vicio de este gigante que, según sus palabras, simboliza a los Estados Unidos?
M: -La arrogancia. La mitad de la población de este país cree estar en posesión del genio. No es por casualidad que yo postulo la Presidencia del mundo literario. Me agradaría que a usted le gustase más mi obra. Entonces podría contarle muchas cosas interesantes sobre ella. Pero... en fin, dicen que Beethoven habla para sí.
* (Extraído de una entrevista publicada en The New York Times Review of books)
Jerome David Salinger (iconista y amante de del mundo de los adolescentes en lucha contra el mundo de los adultos) escribió una novela-ícono: El cazador oculto (también conocido como El guardián entre el centeno). Su cuento Un día perfecto para el Pez Banana es una lección de alta literatura.
Brillante. Tres grandes novelas: La música del azar (terrible paso de lo normal a la pesadilla), El palacio de la Luna y Leviatán. Dato muy familiar para el público que aún no lo leyó: también escribió el guión de esa joya del cine que se llama Cigarros.
Sí: el autor de la tetralogía Corre Conejo, El regreso de Conejo, Conejo es rico y Conejo descansa. Irónico y virtuoso del estilo, reflejó con fino bisturí a la sociedad de su país a partir del matrimonio, el sexo, la religión y el vacío ideológico.
Cumbre de la Generación Perdida. Impostergables: Manhattan Transfer (Nueva York como nunca se contó) y USA, el paralelo 42 y El gran dinero. Duro crítico del American Dream -el sueño americano.
Dandy de traje blanco y de Quinta Avenida neoyorkina, asombró con sus crónicas de los 60 y 70 (La izquierda exquisita, por caso), con su primera novela (La hoguera de las vanidades), y es el tótem inevitable de todo periodista-escritor.
Poeta fundamental de la Generación Beat.
Anticonformista, se hizo marginal y vagabundo. Gran buceador de las miserias urbanas. Claves: su famoso Diario, Sándwiches de realidad, Noticias del planeta y Primeros blues, rags, baladas y cantos con el armonium.